lunes, 29 de diciembre de 2008

Los 2 pecados capitales de Jiménez (Debacle en Génova)

Por mi condición indesaforada de bético (no quiere decir antisevillista), y por recientes peticiones de familiares y amigos sevillistas, realizaré una tentativa de redacción totalmente imparcial desde mi atalaya sobre todo ello acontecido en las proximidades del Mar de Liguria, que merece ser contado de forma breve y concisa:



Crasos Errores




1.MOSQUERA


El colombiano, peca de torpeza y lentitud como lateral amén de escasa contundencia y deficiente salida con el balón jugado ecuando se ubica en el centro de la zaga.

La salida por lesión del ex-Genoa Abdulay Konko, y la posterior entrada al terreno de juego de Aquivaldo Mosquera, enfrentó al colombiano en la lucha posicional frente a Antonio Cassano, Talentino como le apodaron en Roma, sin duda el jugador con más clase y condiciones de la squadra dirigida por Walter Mazzari que buscó y encontró al genio de Bari por el ala siniestra creando peligro desde esa posición ante el paupérrimo marcaje del sudamericano.

Cabe decir, por último, que ni Fernando Navarro ni Squilaci fueron alineados para el choque, a pesar de hallarse en un gran momento de forma.

2. MENTALIDAD DE JUEGO INDEFINIDA

Aquel Sevilla de Juande Ramos que maravilló a España entera hace no más de 1 año y medio, conquistando su primera Supercopa de España, poseía una forma rígida, trabajada y entrenada a la hora de ocuparse en desarrollar su juego, este SFC actual, no adolece de ella mas carece de una filosofía uniforme cuando juega y muestra sus cartas.

Veánse, la abismal diferencia entre partidos como el Sevilla-Barcelona, Betis - Sevilla o el Sampdoria - Sevilla F.C. con respecto al Real Madrid - SFC o a los bolos de pretemporada realizados por el equipo nervionense.

En Génova, el conjunto rojiblanco, salió a buscar el empate, convencido de su inespugnabilidad o mejor de la insolvencia goleadora de la Sampdoria que jugaba al estilo de la vieja escuela transalpina: línea de 5, despliegue defensivo con líneas muy juntas, presión en campo propio, fertilidad en las jugadas a balón parado, especulación de cada situación y sobe todo, fuerte determinación de ganar en el punto de inflexión del encuentro.

Los nervionenses, jamás debieron haber perdido la concentración, la agresividad y la colocación en defensa, y además, debieron haber aprovechado sus potentes costados, sometiendo tanto a Pieri como a Palladino a andar con excesivo cuidado y atención en tareas defensivas, suponiéndoles un gran desgaste.



1 comentario:

Jaume dijo...

a buenas horas has hecho el analisis xDD

Un saludo